martes, 10 de junio de 2014

Sujetándonos a esta barra de los límites horizontales, proclamando la línea de salto para el avance, mientras te engañas entre paredes de burbujas frágiles. Humano mío, la existencia se simplifica en la flagelación de tus desdichas. Crees entonar victorias mientras caes en las derrotas creadas y fortificadas por el ambiente mental que te concierne. Tomar el mando del cargo amargo, manipulando con sogas al clandestino ciudadano, que no es otro más que un humano sin obtención al poder y gran capacidad para el odio. ¿Sufrimiento en vano? Murallas fueron fallo como evaluación de otros tantos. Nada es sincero en esta influencia de personajes etéreos, queriendo transformarse para crear mentiras. ¿Seres espirituales? Se marcharon para no volver o quizá nunca existieron. Poniendo la fe que necesitan para amar cuando nunca amaron y desterraron hasta matar. Todo se reduce en la historia, al ser lo que fuimos ayer en cuerpo omnívoro , qué memez. Los imperiosos sueños se despistaron y cayeron al precipicio, ¿y es lo mismo? Caída de monstruos disfrazados en ángeles más puros que el edén transcrito.

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máscaras inertes.