sábado, 29 de octubre de 2011


Al borde oscuro pierdo mis alas,
la sangre se detiene.
Me diluyo en este espacio de recuerdos,
desmaya mi esperanza en el suelo del invierno,
las horas del reloj se vencen con cada latido,
y ahora se divierten en esta melodía que anuncia soledad.

Tengo una adicción de olvido,
de septiembres con cometas infinitos.

Es como si expulsara tristeza desde el útero nulo y las esquirlas sollozadas de la piel...

1 comentario:

máscaras inertes.