miércoles, 27 de noviembre de 2013

¿Dónde me encontré esta noche?

Donde barro acaricia suavemente hasta tus rodillas, 
y miras el agua recubrir tu piel a brochetazos.
El desasosiego del enemigo inocente me revanó 
el lóbulo y el lunar de la teta izquierda.

¿De quién huyo esta noche?

Mis pisadas eran de plástico escurridizo,
tropiezo tras tropiezo, niebla con invidencia.
Pies de asfalto y manos de clavo. Implantó.
Frío recorrido en trenas de huida a la derecha.

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máscaras inertes.