¿Sobre dónde

Abrí el mundo y enfurecí de hendiduras en mi piel, cicatrices en mi estómago por juicios de metal a discernir. Cuando las mañanas que estorban se vuelven gusanales epitafios sondeando salas contiguas y mis sentidos elimino uno a uno. Evitando malformaciones creadas por colectivos imaginados. Ensueños de retablos carcomidos por la histeria de una paz ahora taciturna, revuelta en mares logísticos y fabulosos rompeolas de neurosis. El mundo ahora cae en su propio vórtice, palabras sesgadas por su propia formación, pensamientos revolucionados en forma de engranaje. Marqueses y marquesas jedidos por alquitrán a escala de grises piedra como sus concernientes entrañas. ¿Hacia dónde fue la conciencia a parar? Rebotamos en burbujas que creamos como especie. Sanguijuelas robotizadas miméticas e instauradas. Marginado el individuo del pletórico lugar menguante, extinguiendo sus pasos a lo invisible. ¿Quién se preocupó de sus propias bandadas callejeras?