domingo, 20 de octubre de 2013

Esta noche me he abierto. Cuatro cortes como esquirlas en el abdomen. Sufro aberraciones condenadas al desquicio absurdo de la vida. Soy un títere en manos de un dios apoteósico. Me dirije a frenazos por abismos al vacío. Observo la película en la que yo misma traduzco gestualmente su crónica. Mis batallazos, mis rugientes voces, mis delirios frenéticos y esquizofrénicos. Y no hay principio ni final, por golpes en seco de cicatrices punteadas. Sangres colectivas derramadas en los intersticios de mis células neuronales. Miles de muertes sin importancia y un recodo a observar. Me pregunto ahora quién es la víctima que se aferra, o la víctima que se cae.- Nada, tras nada. - Hablemos de locura, o de ignorancia.

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máscaras inertes.