Primer paso. Segundo paso. Tercer Paso... Sigo abalanzándome de forma intrépida sobre mis pasos. El siseo de la noche exacerba las vísceras internas de mi cuerpo. El fragante olor a aire desprende cada poro de mi piel como si de descomposición se tratase. Grillos danzarines inundando mis jugos cerebrales. La luz me está cegando, me deja paralizada mentalmente. Quiere transportarme a otra dimensión. Pretende llevar mi cuerpo al caos profundo de sensaciones libidinosas. Y sigo paralizada mientras mi cuerpo, carente de sentido, avanza flotando a través de todo abismo descompensado. ¿Quiere ayudarme, o solo quiere jugar? Quiero jugar con ella y encarnarme en mil evocaciones más. Incrementando mi deseo sensorial. Incrementando la agonía de sentir su poder ante mi presencia. Deshaciéndome en un fluido sin horma entre los intersticios venerados de la noche.
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máscaras inertes.